FRENTE DE LIBERACION DE GNOMOS DE JARDIN

Se considera voto blanco, válido, el sobre que no contenga papeleta, o no seleccionen ningún candidato en la votación al Senado.

Nadie puede adjudicarse ese voto, además cuenta como voto válido, haciendo más difícil conseguir el porcentaje necesario para obtener representación a partidos pequeños, esos que por norma, sólo buscan obtener la subvención de partidos.

El voto blanco muestra la intención de votar del ciudadano y su descontento con los partidos o listas propuestas.

A diferencia del voto nulo que no es tenido en cuenta en el reparto, no teniendo consecuencia electoral alguna, se considera nulo aquel voto irregular: sin sobre, tachado, roto, con más de una papeleta de diferentes candidaturas.

En Colombia, si el voto blanco obtiene mayoría absoluta las elecciones deben repetirse, no pudiendo presentarse los mismos candidatos, algo que en España no ocurre, a pesar de que sería una posibilidad maravillosa.

Tampoco se computa el voto en blanco por los escaños correspondientes, dejando sin representación tantos puestos como le corresponderían, como si fuese un partido más.

Algunas plataformas proponen que la medida sea incluida en la ley electoral, incluso han presentado recurso acompañado de firmas recogidas, sin respuesta conocida desde 2014.

Hay partidos que se presentan a elecciones con ese fin, dejar los escaños vacíos y no cobrar por ellos ninguna retribución y que han conseguido enviar algún político al paro en algunos municipios, por algo se empieza.

Incluso, hay partidos “estándar” que llevan la propuesta en su programa, entre la lista de mentiras y promesas electorales para bobos que ni se plantean cumplir.

La persona que vota, sea cual sea su respetable opción, está participando en el rumbo de su destino.

La persona que no vota, no tiene derecho a quejarse, ni a reclamar, pues es parte del problema y no colabora en su solución.

La cifra de abstención es enorme, tanto, que de transformarse en voto en blanco se verán obligados a tomar medidas, de ahí la importancia de participar en las elecciones, votando a quien quieras, y si no los quieres, votando en blanco.

Conozco las razones, yo paso de política, son todos iguales, para qué si hacen lo que les da la gana y una larga lista de excusas que reflejan el descontento y la repulsión a tanto mafioso institucional, pero quedarse en casa no tiene ningún efecto en ellos, y nos perjudica a nosotros, a todos, incluido tu.

La abstención no se resta ni se tiene en cuenta para el reparto de escaños, por lo que con menos votos, les otorgas más poder, y facilitas el camino a pequeños grupos de parásitos de las subvenciones y retribuciones de partido, como “Frente de Liberación de Gnomos de Jardín”, que conseguirá con tu abstención, tener dos concejales a la sopa boba y trincando lo que puedan mientras el número de gnomos de jardín liberados será igual a cero.

Hay que votar, sin excusas. Hay que protestar mediante el voto en blanco, no en el bar, donde no tienes derecho a opinar sobre aquello en lo que no participas, y hay que exigir que el voto blanco sea computable, para que vean peligrar sus poltronas, que comiencen a gobernar por y para el pueblo y que entiendan que nosotros les ponemos ahí y también podemos quitarles.