Transcurrido un tiempo prudencial, y contrario a la idea de herir susceptibilidades, pues el asunto es delicado, dejo volar este mensaje, en memoria de aquellos a los que el terrorismo sesgó sus vidas, y dejó las de sus seres queridos marcadas por la ausencia y el dolor.
Vuestros verdugos jamás se han arrepentido, a pesar de sus condenas.
Nunca pidieron perdón, y a cambio de ello, les rinden homenajes, les rebajan penas, los acercan a casa, los indultan, incluso les hicieron sitio en el Gobierno.
Malditos los del tiro en la nuca, los de los coches bomba, los de las amenazas.
Cobardes los que ceden a sus chantajes y sus reclamos y les ceden beneficios.
Ruines los que salieron a la calle con las manos blancas, y la conciencia sucia.
He vivido entre vosotros, os conozco, y todos sabéis quien es quien.
Los que han llegado al poder lo han hecho con vuestro voto.
Los que no han pagado su crimen, ha sido gracias a vuestro silencio.
El yugo del pueblo vasco, lo llevamos todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario