18 septiembre 2021

 


EN DEFENSA PROPIA.



Una vez perdida la esperanza de recuperación de una España gobernada por sicarios globalistas, imbéciles de alto copete y delincuentes diversos con carta blanca debemos plantearnos cómo sacar a ésta escoria de las instituciones, en defensa propia.

Siendo sincero, aún me queda la esperanza entre comillas de Vox, pero dudo que obtengan la mayoría absoluta para gobernar sin tener que ceder más allá de lo deseable, o que una vez llegados al punto, tengan la estructura adecuada en los equipos regionales para hacer frente con éxito al desafío de atender las necesidades de un país al borde del colapso, sin entrar en discusión sobre la viabilidad de algunas de sus propuestas, que aunque interesantes, son poco menos que obrar un milagro por el que rezo cada día.

Su honorabilidad es algo que hasta el momento no puede ponerse en duda, lo que no garantiza que cuando suene la música, no haya quien desafine.

A fin de cuentas, votando sólo hemos conseguido gobiernos que han subido uno tras otro el listón de la indignación de los electores. Digamos que sólo tenemos opción de elegir otro saltacharcas como presidente, tan dispuesto a solucionar nuestros problemas como el anterior.

La respuesta popular hacia tanto cabrón institucional es no ir a votar, alcanzando la abstención unas cifras crecientes, para nada razonables y que no influyen de ninguna manera en la ecuación que solucione éste zapatiesto.

Las mismas cifras, transformadas en voto en blanco pueden llegar a suponer una repetición de elecciones donde han de cambiar los candidatos en lista, lo que ya es algo, consiguiendo una protesta alta y clara ante tanto sinvergüenza, aunque no lograría el objetivo final, que se vayan al paro.

Para eso tenemos que lograr que el voto blanco sea computable, obteniendo los escaños correspondientes, ya que actualmente no son tenidos en cuenta para el reparto de escaños, y es ahí donde debemos atacarles, siendo nuestra única posibilidad de debilitar al Gobierno hasta doblegarlo, recordándole que sin nuestro voto no son nada.

Es difícil y mucho, hacer entender que no votar no contribuye en nada, lo que tenemos que asimilar es que hay que votar bien, a nadie si quieres, pero ejercer tu derecho, y dada la situación, hay que votar en defensa propia, o nos consumen.



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