02 agosto 2021

Parásitos.

 


Los españoles exigimos una desparasitación gubernamental exhaustiva, una poda de saneamiento en unas instituciones incompatibles con la supervivencia del país.

El volumen y gasto de la administración es colosal. Si a ello le añadimos unos privilegios desmesurados para la casta, el mantenimiento de administraciones paralelas o duplicadas, chiringuitos incoherentes y una procesión de acólitos a la sopa boba como los sindicatos, será necesario que caiga maná del cielo en cantidades industriales, ya que es más fácil saciar el hambre en un mundo lleno de pobres que la codicia de los poderosos.

El asunto de los sindicatos, que han canjeado la razón de su existencia por unas cabezas de gambas, es especialmente revulsivo, cuando no teniendo suficiente con venderse y vender a los trabajadores que dicen defender, también se han dedicado a robarles.

La exigencia del tribunal es sólo la punta del iceberg, apuesto a que hay mucha más corrupción detrás, y como no, los más de nueve millones de euros reclamados, saldrán una vez más del bolsillo del contribuyente.

De todos los parásitos, éstos son de la peor clase, y mira que tenemos una variedad de ellos que dan para varias temporadas en Nacional Geographic.

 En caso de que la mafia gubernamental decidiese dar una muestra (falsa como un billete de cartón) de tener la intención de desinfectar un poco, espero que empiecen por éstos canallas.

Sindicatos, convertidos en sicarios a sueldo del desgobierno, ¿o todavía te crees que miran por tus intereses?

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