22 julio 2021

Vaya tropa.

 




Declararse constitucionalista en tierras sometidas a la fuerza al nacionalismo es un deporte de riesgo, además de un ejercicio de conciencia realmente difícil de superar con éxito.
En primer lugar, las diferentes opciones políticas, las únicas con poder para enmendar la situación no están dispuestas a hacerlo. A nivel nacional porque necesitan de sus apoyos, a nivel regional porque están metidos en el fango hasta más arriba de las orejas y a nivel local porque mandan los que mandan.
De éste modo nuestro único recurso es la lucha civil, no subvencionada, perseguida y castigada.
Las grandes asociaciones persiguen objetivos políticos, precisamente de alguno de esos que no nos van a facilitar el camino más que con promesas incumplidas. Necesitan mantenerse y la bolsa que les proporciona apoyar a un partido les hace apartar a un lado la razón de su existencia.
No ha sido nada extraño acudir a convocatorias con carteles engañosos, ni ver contramanifestaciones, sabotajes, abandonos de última hora, ni presiones o la absorción de grupos menores.
Las pequeñas agrupaciones sucumben ante la persecución y el castigo. Ninguna se libra de luchas internas, donde todo el que destaca es cuestionado y acusado, por el resto de mediocres.
Es la causa natural de tanto gallo colorido, que buscó su minuto de gloria, su oportunidad de engancharse a otro carro o un beneficio personal.
Mantener una agrupación de éste tipo supone un gran esfuerzo, a la hora de organizar cualquier cosa, horas de dedicación, más de las razonables, y es realmente cómico ver la desbandada de quienes quieren pancartas, un autobús que les lleve, y camisetas y pines, cuando se nombra el dinero.
Queda, a nivel personal, lo que cada uno esté dispuesto a afrontar.
Suele ser etiquetado de patriota de sofá, aunque hace lo que puede con los medios que le quedan.
Y sólo, debe encontrar la forma de luchar en varios frentes, de no herir las sensibilidades de "guerreros" de piel fina que se ofenden a la mínima, de observar bajo la lupa las "amistades", que con tanta alegría denuncian publicaciones tras desearte un buen día.
Vaya tropa, mi teniente.
Usted cree que ganaremos?
Por las barbas de mi cabra, sólo o en compañía.
Antes caer en combate, que vivir con cobardía.



No hay comentarios:

Publicar un comentario