04 julio 2021

Cuentas pendientes.

 


En Julio de 1789, la toma de la Bastilla dio inicio a la revolución francesa, cambiando el destino no sólo de Francia, sino el de toda Europa.
Hoy España se encuentra en una situación que guarda ciertas similitudes, y es predecible que a corto plazo, debamos actuar para poner fin al disparate en que nos hemos convertido.
En nuestro caso no tenemos una monarquía tiránica, sino todo lo contrario, una meramente representativa carente de funciones y de intención.
Nobleza no encontraremos en ningún rincón.
La burguesía anda metida en juegos de poder, nacionalismos rancios e intentando conseguir plaza en los proyectados reinos de Taifas.
Sobre la casta, sobran palabras.
Tarde o  temprano el pueblo español va a decir basta, y no vais a tener dónde esconderos, ninguno.
Quiero suponer que llegado el momento, el ejército valore lo que debe, o debería haber hecho hace tiempo, al igual que las fuerzas del orden público y se posicionen contra la organización criminal que ostenta el Gobierno de la Nación.
Lo justo sería ahorcarlos aplaudirles uno tras otro en público, aunque podemos dar por sentado que no nos lo van a permitir, por lo que rezo porque sean juzgados por un tribunal militar por atentar contra la Patria, metiéndoles por el gaznate las escrituras de inmunidad diplomática empapadas en petróleo.
Hay mucha pólvora acumulada y están jugando con fuego.
Está en nuestras manos poner fin a esta sangría, acabar con los vampiros del gobierno y poner de nuevo a España donde debe, en un pedestal, referente de Europa y del mundo.
¿Dónde hay que alistarse?


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