01 julio 2021

100% mentira.

 


Pese a tanta leyenda negra, tanta memoria histórica selectiva y tanto desconocimiento general, España fue en tiempos un enorme imperio, su historia está plagada de gestas dignas de superproducciones americanas y contó con una colección de héroes de carne y hueso que ni Stan Lee pudo soñar.
Hoy los españoles parecen adormecidos ante las atrocidades de todo tipo a las que nos someten. No sólo eso, parece que nos provoca regocijo.
Si la competencia marítima de las aguas es cedida a Cataluña, hablamos del partido de la selección, o del último modelo de Cuchawei con conexión ibérica 5Jotas, con una cámara piroplástica para colgar unos selfies de escándalo en el Pishagram.
Apenas los cuatro de siempre se atreven a levantar la voz, a señalar de dónde nos vienen los males y las miserias, a pesar de ser perseguidos con campañas de acoso y derribo.
Ni cien ni doscientos mil en Colón han desvelado a Begoño, él tiene más asesores que eso, además, los cero manifestantes por el sablazo eléctrico le calentaron la manta. 
Que nos quieren inocular vete a saber qué diablos, hacemos cola para pedir cita.
Estamos más pendientes del horario de los bares, los que han sobrevivido, que del anuncio de que nos van a joder las pensiones por decreto, lo que debería haber provocado ya que del colchón del perdonavidas no quedasen más que cenizas.
Todos agachamos la cabeza y seguimos a lo nuestro, mientras no nos toque a nosotros, y si nos toca y alguien se nos acerca, sacará el Cuchawei para ponerse a grabar.
Mucho tiempo ha pasado de la reconquista de Granada, mucho menos desde que nuestros padres o abuelos lucharon por conseguir lo que hoy nos están quitando. 
Muchas comodidades nos han puesto al alcance, muchas cosas damos por sentadas, por seguras, y me temo que hasta perderlas todas, no empecemos a darnos cuenta y a organizarnos.
Mucho suponer va a ser que reunamos valor y efectivos, con tanto de-generado, con tantos rojos, nacionalistas y hierbabuenas que adornan playas y terrazas. Si Félix  Rodríguez levantase la cabeza y viese la fauna peninsular...tendría que volver a empezar, o hacerse carpintero.
Sólo quiero recordar que la vaselina no tiene receta médica y darnos, nos están dando a todos, muy fuerte y muy seguido, y parece que nos guste!
Perdidos, jodidos y contentos.
Ale, a la charca.




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