20 febrero 2022

Bancos, el purgatorio.


 Tras un sufrido mes de trabajo, la empresa ingresa lo que queda de tu nómina tras descontar impuestos, en el banco, donde juegan con él varios días sin pagarte ningún interés por ello, antes de reflejarlo en tu cuenta y comenzar la procesión de recibos y tributos.



Será mejor que reces para que el saldo satisfaga todos y cada uno de los pagos, porque si no es así, el banco, en consideración a ti como cliente, y entendiendo que ese mes tienes dificultades, te cobrará por devolver un recibo un importe en muchos casos superior al propio recibo, cantidad que tendrán la gentileza de aumentar cada día que pases en números rojos.



Lo de pedir cita previa, le da un valor añadido a la aventura de ir a solicitar una tarjeta nueva y salir de allí sin un juego de sartenes, un seguro para una moto con un casco de regalo, o un teléfono que no necesitas.

La chica que me atendió en la tienda de telefonía, que por cierto me atendió sin cita previa se negó en redondo a darme un crédito, a pesar de que le expliqué que en el banco me vendieron un terminal, y que lo justo para que su negocio no se viese perjudicado, era que me dieran ellos un préstamo personal. No hubo manera.

Como aquella chica no me conocía, pensé que sería por eso, y me fui a hablar con Javi, que tiene un bazar de menaje y es conocido del barrio de hace muchos años.

Traté de explicarle que las sartenes me las dio el banco, pero que necesitaba una Visa para las compras por internet y tal, pero acabamos discutiendo. Siempre ha tenido mucho carácter.



Soy una persona ágil en esto de las tecnologías, y me desenvuelvo medianamente bien con sus truños de aplicaciones, claves y confirmaciones para hacer una simple transferencia, tanto que solo acabo medio mareado.

Me imagino a mi pobre abuelo, intentando hacerlo, pagar su recibo del agua con su dinero a través del cajero, o del móvil, ante la mirada de desesperación de quienes aguardan detrás, y la pasividad de esos empleados, que cobran del dinero de la cartilla del abuelo.

El primer Domingo de Mayo, espero que todas sus mamás reciban mis saludos, sin aplicaciones ni claves ni recauchutados, así, al natural, completamente orgánicos.



Como respuesta, estaría muy bien sacar el saldo disponible el día 6, tras haber atendido los pagos, y funcionar con efectivo en los comercios locales el resto del mes, a ver si teniendo a los bancos en dique seco 25 días al mes, cambian esa actitud soberbia e irrespetuosa hacia quienes depositamos nuestra confianza y nuestro dinero en ellos, al tiempo que mejoramos la economía local.

A lo mejor, nos evitamos las colas y las citas previas, por lo menos, y con un poco de suerte, ofrecen unas condiciones menos abusivas, pero claro, para eso tenemos que ponernos de acuerdo, así que no cuento con ello.



Somos incapaces de bajar el automático de la electricidad durante una hora para dar un toque de atención a las compañías eléctricas, ¿Cómo vamos a ser capaces de dar una lección a quienes administran nuestro dinero?



Voy a ver si hago las paces con Javi, el del bazar, que pronto me vence el seguro del coche….a ver si lo pillo de buenas y me hace un descuento.






 

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