14 julio 2021

El poble catalá

 




El pueblo catalán, hablando de sólo una parte, minoritaria y menguante, la que incluye a los alegres portadores de papeletas preimpresas hacia un tuperware, con menos validez que un pasaporte de Fanta, no puede, o no quiere darse cuenta de que sus reivindicaciones son imposibles, sus acusaciones infundadas, y su modus opernadi, delito.

Los mismos que nos han llevado a todos los catalanes, nacidos y residentes, separatistas o no, al borde del precipicio, han reconocido que el relato de la independencia es el cuento de las mil y una noches, que mientras no acabe, les mantiene subvencionados.

La opresión y el España nos roba son argumentos desmantelados viendo las nóminas mensuales de éstos flautistas de Hamelín, o presenciando las agresiones a cualquier carpa de la selección, a la policía, o la reacción a cualquier acto presidido por una bandera española.

Vosotros sois los opresores, los que imponéis la lengua, los que adoctrináis a criaturas sin criterio, los que acorraláis a quien no piensa como a vosotros os han dicho que se debe pensar.

Y sois vosotros, no vuestros dirigentes, vosotros, uno por uno, los que prendéis fuego a las calles o lanzáis vallas contra "vuestra" policía, los que exigís que os hablen en catalá y los que enseñáis a vuestros hijos a amedrentar al hijo de un Guardia Civil.

Vuestros líderes son delincuentes, carne de presidio, aunque los indulten y les paguen los platos rotos.

Vosotros sois terroristas urbanos, que habéis perdido el seny, la coherencia y la presunción de inocencia, todo a la vez, desde el momento en que os habéis convertido en una jauría salvaje, sin normas, ni respeto.

No queréis diálogo, ni convivencia. Nada en vuestra cáscara de nuez se interpone ante el eco de la independencia. I INDE INDEPENDENCIA, en estado zombie.

La ruina económica de Cataluña no os importa, si con ello hacéis mella en la línea de flotación de España. Pobres diablos, apenas haréis saltar la pintura.

La fractura social es vuestro objetivo, sois de raza superior (como los arios) y eso retroalimenta la preprogramación de vuestro sentido del somcojonuts y del todo vale.

Y sois tan sumamente idiotas, que os han propuesto volver a hacerlo y aplaudís con las orejas.

Os van a volver a tomar el pelo, volverán a utilizaros como carne de cañón, para no conseguir nada mientras ellos se llenan los bolsillos, al tiempo que culpan a España de vuestras desgracias, otra vez.

Envueltos en esteladas volveréis a ser el hazmerreir del mundo con vuestras ridículas performances, con las patrañas internacionales de los delincuentes fugados a quienes ya les han leído la letra pequeña del visado.

No hay un sólo país en el mundo que os dé la razón, ni a base de ser cansinos. Ya os han dicho que no en todos los idiomas, ¿O falta alguno?, y todo el coste de esa operación ¿de dónde ha salido? ¿España nos roba? ¿otra vez?.

Entiendo que tras tan aparatoso escarnio a nivel mundial, dar marcha atrás no pueda considerarse como opción, y menos cuando se sigue alimentando al pueblo con embustes. Se corre el riesgo de que tu engañado y enfurecido pueblo te arroje a la hoguera de los traidores.

Por eso, es menguante, porque quienes alcanzan a razones, se retiran sin hacer ruido buscando un agujero donde esconder la vergüenza.

Menos mal que ésta era la revolución de las sonrisas, ya que acabó como una decepción para unos, un tormento para otros y un negocio para unos pocos.













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